Gavira: otro demonio más en The Exorcist
- Antonio Factor / @FackPunk
- 9 sept 2015
- 3 Min. de lectura
El cine de terror siempre ha llamado la atención de personas curiosas y verdaderos amantes de la adrenalina. Títulos hay millones, pero no todos han impactado como se debe. Una película que sigue aterrorizando al público, desde el día de su estreno, es The Exorcist (1973) de William Friedkin. Una cinta que narra la historia de Regan (Linda Blair), una niña que después de jugar la ouija, es poseída por un demonio (Pazuzu).

Las escenas de la niña poseída son excelentes y más para su época. Hoy en día, muchas de ellas se hubieran logrado con efectos digitales en edición. Escenas como Regan escupiendo el rostro de los sacerdotes, bajando las escaleras de espaldas en spider walk, o cuando se masturba con un crucifijo hasta sangrar; trasmiten más que miedo. Hasta las secuencias dentro de la habitación de Regan, donde se percibe un clima invernal por el vaho que exhalan los personajes al hablar y respirar, sin duda crean un atmósfera sobrenatural.
Se preguntarán ¿qué tiene que ver la cinta El Exorcista, con el título de esta entrada?, pues mucho. Porque algo que ayuda a intensificar las escenas del filme, son los efectos sonoros. Después de terminar de rodar y comenzar con la edición, la producción se dedicó a buscar un experto en foleys, que es la recreación de efectos sonoros y ruidos ambientales que no fueron rescatados en el momento de la filmación, improvisando con objetos. Después de que el director Friedkin levantará hasta piedras para encontrar el responsable de los efectos sonoros, Alejandro Jodorowski recomendó al mexicano Gonzalo Gavira, el cual ya había trabajo con él en cintas como La montaña sagrada y El Topo.
Originario de Poza Rica Veracruz, Gonzalo Gavira nace el 30 de octubre de 1925 y muere un 5 de enero del 2005. Desde su juventud trabajó cómo técnico de efectos sonoros en programas de radio y en los Estudios Churubusco, dónde se catapultó sonorizando películas. Al menos 63 filmes fueron trabajdos por el artesano sonoro.
"Silencio que voy hacer ruido" Gonzalo Gavira
Se dice que el señor Gonzalo Gavira tenía un carácter fuerte, y cuando llego con William Friedkin, le pidió que sólo le proyectara las escenas y él se encargaría de lo demás. De un maletín, Gavira sacaba objetos cotidianos y hasta basura para generar sonidos reales; además, tenía la habilidad de grabarse las escenas y, cuando era hora de recrear los sonidos y efectos, él sabía cómo y cuándo hacerlos. La creatividad de Gavira convenció al director William para que él fuera el creador oficial de los efectos sonoros del filme, The Exorcist.
Una escena impactante es cuando Regan, ya poseída, gira su cabeza 360° y se escucha el crujir de su tráquea retorciéndose. Gavira creó este efecto usando una cartera de cuero que retorció con sus propias manos; después, hace unos años, él mismo cambió esa versión diciendo que durante la escena, le había quitado un peine a un afroamericano y que con sus dedos frotó los dientes del objeto para producir tan escalofriante efecto. Como lo haya realizado, el efecto de Gavira, logró impactar junto con la escena.

Al finalizar su trabajo, antes de que regresara a México, la producción de William Friedkin le ofreció un porcentaje de las ganancias de la película cuando está se estrenará, pero Gavira lo rechazó, pues creía que el film sería un fracaso. El artesano de los sonidos incidentales Gonzalo Gavira, fue galardonado, junto con Robert Knudson y Chris Newman (equipo de sonido) con un Óscar por mejor sonido. La película también recibió el premio a mejor guion adaptado.
Así es amigos míos, esta es la historia de un técnico sonoro, que con basura y objetos cotidianos, llevo a la gloria una excelente película. Y que hoy en día, sigue generando terror en el público cinéfilo.
Hasta la próxima entradita.
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